2 de agosto de 2010

La importancia del empaque

En 1940 fue diseñado el actual empaque de las cajetillas de cigarros. Resulta un excelente diseño por 3 razones primordiales: Conveniencia (los cigarros son fáciles de sacar y guardar, y la cajetilla es de manufactura sencilla) Branding (la posición del logotipo y los exhibidores en el punto de venta proveen una excelente publicidad, y el área atrás de las cajas registradoras se vuelve una valla inmensa) Portabilidad (las cajetillas encajan bien en nuestra vida diaria, al igual que artículos como carteras y celulares que caben con facilidad en el bolsillo). Con esto en mente, el diseñador Erik Askin se pregunta cómo hacer un empaque lo suficientemente molesto y poco práctico como para que el fumador deje el hábito. Tras varias pruebas y diferentes prototipos, se llegó al empaque menos ergonómico y menos eficiente: el empaque en forma de diamante. La forma de la cajetilla complica la colocación del logo, dificulta el acceso a los cigarros, es lo suficientemente estorboso como para caber en un bolsillo, su orientación impide que el logotipo sea visible en los exhibidores, y el patrón de manufactura es complejo y requiere más material. Sin duda se trata de un diseño que tal vez podría persuadir(nos) a los fumadores para dejar el cigarro, y es una muestra de cómo un diseño inadecuado en el empaque puede desmotivar la compra del producto.

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